Marca y calidad

Scrigno es sinónimo de calidad.

Atención a los pequeños detalles, cuidando cada elemento.

En sus 30 años de historia, Scrigno se ha convertido en una institución. Su marca está inequívocamente grabada en el lateral de cada puerta corredera. Oculta si está cerrada, se muestra cuando se abre.

En el larguero de madera, en la guía: la marca certifica cada uno de los elementos del sistema modular. La parte del todo; el todo, en todas sus partes.

Los tornillos Fischer azules, el color de Scrigno, caracterizan las uniones. Un ensamblaje sencillo y perfecto. Obviamente. Los módulos encajan entre sí, fluidos. Se adhieren los unos a los otros, complementarios. Completos, elementales.

La garantía del producto Scrigno no es una apuesta, es pura evidencia: un ciclo de vida eterno con límites desconocidos, en continua expansión. Después de más de 30 años de vida, la primera puerta Scrigno sigue en pie, intacta. Scrigno es tradición perpetuada: antigüedad contemporánea, elixir de larga vida. Fruto de la investigación y la mejora continuas al paso de los tiempos, al ritmo vertiginoso de la evolución continua y constante. Que nunca se detiene, que se renueva perpetuamente.

Aparentemente simple, Scrigno esconde en su interior un mundo rico, complejo y variado. Hecho de pequeñas atenciones, pequeños detalles.

Fascinante: el mejor rendimiento del mercado.

Quien elige Scrigno elige solo una vez: una marca, una garantía; un nombre, una certeza.

Una elección de por vida.